Ser tu propio jefe significa trabajar donde quieras y cuando quieras, pero eso también supone…
Pasos para reducir gastos si eres autónomo
Ser tu propio jefe implica muchas responsabilidades. Debes ocuparte no solo de tu trabajo como profesional de un sector, sino de todas las gestiones relacionadas con la empresa. Es por esta razón, que un trabajador por cuenta propia debe ser muy minucioso en la administración de los gastos e ingresos. Existen una serie de cuotas fijas, como autónomos o el IRPF, a las que deben hacer frente, pero estas no son las únicas. ¿Estás buscando la manera de reducir tus gastos como autónomo? Entonces sigue leyendo, te vamos a dar algunos consejos que serán de gran utilidad.
Haz una previsión de gastos e ingresos
Al igual que las empresas realizan sus presupuestos anuales, un autónomo también debe hacer un balance de sus gastos e ingresos. Para ello, deberás contabilizar tus gastos del año anterior y los ingresos que obtuviste. De esta forma, podrás hacer una aproximación de los números del próximo año, siempre con un margen de error, y llevar una gestión meticulosa de tus cuentas para evitar despilfarrar tu dinero.
Valora aquellos gastos que sean prescindibles
Una vez que tengas una recopilación de los datos de tus cuentas, llega el momento de seleccionar aquellos pagos que sean prescindibles. A este respecto, en las oficinas o lugares de trabajo existen una serie de gastos que, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías, pueden eliminarse. Con esto nos referimos al papel, la tinta de la impresora o los bolígrafos. Aunque parezca una minucia, renunciar a estos elementos y optar por documentos en línea puede suponer un gran ahorro a final de año.
De la misma forma, debes valorar si tu trabajo realmente requiere del alquiler de una oficina o podrías realizarlo desde casa. Disponer de un despacho supone un gasto mensual que, en muchas ocasiones, es innecesario si tu negocio no está orientado a la atención al público. No obstante, si trabajar desde casa no es lo tuyo existen otras alternativas más económicas al alquiler de una oficina como son los puestos coworking. En este tipo de espacios, varios freelance comparten los gastos habituales de una oficina y supone la oportunidad de tener un lugar de trabajo fuera de casa sin tener que hacer una gran inversión.
Plantéate el “outsourcing”
Otra forma de reducir tus gastos como autónomo es recurrir al outsourcing, más conocido como subcontratación. En lugar de contratar a un profesional para cubrir una necesidad de tu negocio, puedes solicitar sus servicios de forma externa. De esta forma podrás ahorrarte no solo los gastos del contrato sino también de las herramientas que hiciesen falta para cubrir ese puesto. La externalización de servicios es la forma perfecta de derivar algunos departamentos de tu negocio a otras empresas o profesionales especializados.
Diferencia tus cuentas bancarias
Un error muy común entre los autónomos es mezclar en la misma cuenta el dinero correspondiente al ámbito profesional y al personal. La manera de tener tus números mucho más claros es contar con cuentas bancarias diferenciadas. En la primera de ellas deberás incluir el dinero dedicado a tu vida profesional donde se contabilizarán los gastos e ingresos procedentes de tu negocio y, por su parte, dedicarás otra cuenta a tus gastos personales.
Para reducir tus gastos de autónomo lo primordial es tener una visión clara de la economía de tu negocio. Una vez este paso esté completado, puedes comenzar a llevar a cabo todos estos consejos, ¡verás cómo tu bolsillo te lo agradece!
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